Dos nenas que desaparecen (sí, la pesadilla de todo padre ahí mismo en esas escenas a pura tensión). Cuando la policía libera al principal sospechoso, uno de los padres se altera y no quiere perder tiempo. En paralelo, detective y padre buscan respuestas.
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Ana, te cuento lo que no me gusta de este tipo de películas: que el psicópata culpable haga un largo monólogo final para explicar toda la trama. Es un recurso demasiado fácil, aunque al menos la película se anima a no cerrar con moño.
ResponderEliminarSaludos.